Es el micrófono más utilizado en estudios de grabación profesionales. Este tipo de micrófono es muy sensible y captura con gran detalle el sonido de la fuente. Es ideal para grabar voces, guitarras acústicas, pianos, cuerdas y todo tipo de instrumentos acústicos. Los condensadores de diafragma pequeño son más precisos y consistentes en su patrón polar, mientras que los de gran diafragma tienen un sonido distintivo y ofrecen un ruido ligeramente más bajo. Los de gran diafragma son ideales para vocalistas, mientras que los de diafragma pequeño recogen el sonido en su justa proporción. Los micrófonos de condensador suelen necesitar una alimentación fantasma de +48V para funcionar, por lo que es importante comprobar que el equipo que se va a utilizar lo tiene.

Este tipo de micrófono es menos sensible que el de condensador y se utiliza más para capturar sonidos más fuertes, como baterías, amplificadores de guitarra y bajo eléctrico, y voces en directo. Los micrófonos dinámicos tienen ventajas en cuanto a resistencia, precio y protección ante campos magnéticos, humedad y movimiento. Se usan a menudo como micrófonos de mano y mejoran la calidad de la voz. Sin embargo, tienen menor sensibilidad y respuesta irregular en frecuencias agudas, lo que no los hace ideales para sonidos como los de arpas y violines. Los micrófonos dinámicos son más resistentes que los de condensador y no necesitan alimentación externa.